I imagined people at breakfast, people who know each other intimately, probably a husband and a wife, speaking in unfinished sentences, in grunts, in coughs, as people do, particularly at that time of day. And I wondered what it would be like to sit down at that kind of dialogue, in which sentences are rarely completed and thoughts are rarely followed up and one person is not really listening closely to another. That’s all I had. And that’s when I began writing - Don Delillo
Thursday, 28 April 2011
CARLA SIN DIENTES
Corteza de piel arrítmica, superficie de proyección de ser humano. Sonrisas de antemano que caducan después del primer hervor. Junto al aparato de radio, el respaldo de la butaca, las notas, do re mí, la sensación de melodía podrida y pensamiento turbio de cría de cabra. Todo lo que pasa dentro del abrigo rojo de la señora sentada en la mesa número 3 de la terraza del café bar El Sol. Plátanos maduros y el señor Frumento que justamente ahora camina con paso firme por la tarima metálica. Arista de cartón de huevos y alambre de tono de risa. Labios sin pintar, diente de nitrógeno líquido, beso desacompasado, a destiempo , como tantas veces Manuel, como Pablo y su sombrero de fieltro, las caricias prestadas, los barquitos de papel a vapor, el ingreso en la metalurgia y esa imitación de bostezo que emana de la boca de Carla
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