I imagined people at breakfast, people who know each other intimately, probably a husband and a wife, speaking in unfinished sentences, in grunts, in coughs, as people do, particularly at that time of day. And I wondered what it would be like to sit down at that kind of dialogue, in which sentences are rarely completed and thoughts are rarely followed up and one person is not really listening closely to another. That’s all I had. And that’s when I began writing - Don Delillo
Wednesday, 15 June 2011
BRISA CÓNCAVA
El efecto que produce la costumbre rota, el delantal plegado, el codo apoyado en un porcentaje de rabia. Esta metástasis de Opel Corsa, esta burbuja invertida, el grito físico, la carne cruda, los bocetos de perros muertos, la solvencia del verbo. Lola que nunca quiso de sopas de palmadita en la espalda, de nicho garantizado y calor tropical. Es más que nada la papilla de cemento armado que no entra por la boca, temerosa de dientes de ajo y sobre todo esta amargura de subalterno, esta encerrona de canelones, esta aspiración a delegado consejero, alférez vacío, diamante rancio. Por las tardes madre sujeta el ganado. Por la noche la esperanza se bifurca y sus besos saben a zanahoria orgánica, Actimel y orilla tierna. Cada vez que me miras el sol se abre de piernas y hasta mis intestinos tiritan
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