I imagined people at breakfast, people who know each other intimately, probably a husband and a wife, speaking in unfinished sentences, in grunts, in coughs, as people do, particularly at that time of day. And I wondered what it would be like to sit down at that kind of dialogue, in which sentences are rarely completed and thoughts are rarely followed up and one person is not really listening closely to another. That’s all I had. And that’s when I began writing - Don Delillo
Thursday, 23 June 2011
PINTURA SINTÉTICA
Yacía un embalse de biberones. En las afueras, sus lágrimas tenían vistas a un patio interior, desde la alcoba cerrada, el almanaque de embrión torcido. Uno sentía cierta atracción por el diluvio y la segregación del coagulo de esperanza torpe. La muerte venía en diferentes tonalidades como pintura acrílica. Solo se conocía la abstracción pero sobre todo el desenganche, la apuesta por el vaivén. Acostumbrado al barranco infinito de su sombra de ojos y a esa especie de descoordinación argumental cada vez que se trataba en vano de dar un paso al frente. Estar con ella era una mezcla de saliva volcánica y recibo del agua. En la casa los significados se caían de espaldas como caricia en adobo
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