I imagined people at breakfast, people who know each other intimately, probably a husband and a wife, speaking in unfinished sentences, in grunts, in coughs, as people do, particularly at that time of day. And I wondered what it would be like to sit down at that kind of dialogue, in which sentences are rarely completed and thoughts are rarely followed up and one person is not really listening closely to another. That’s all I had. And that’s when I began writing - Don Delillo
Saturday, 14 May 2011
ELLA SOBRE TODO EN VERANO
Sin ser de nadie en concreto, sin pertenecer a bandas sonoras, sin hacer campaña de sus bostezos, que son tirando a gris, que salpican de metralla y calor tropical cuando el aliento, cercano, barre una especie de brisa, circunvalando en sus labios, casi perfectos, casi suicidas, casi enteros. Permanecía uno apoyado en aquel proyecto de roce de piel, en la cáscara de la partícula elemental, el racimo molecular que salía por su boca vestido con ropa de domingo. Cada vez que pedía las cosas por favor, hablando de reojo, subestimando al lobo, ninguneando a los mercaderes del Templo, insinuando tener razón. Ella que tanto se ponía la camisa a rayas, y de ahí pasar luego al beso subliminal, a la sonrisa de cuchillos, al sexo como golpe de estado sin cambio de gobierno. Hacía viento a la altura de sus piernas. Ella que abría la boca y decía palabras inacabadas, palabras con dos silabas menos. Ella sobre todo en verano y luego por las tardes. Ella que caminaba y mientras tanto, aquí, en la salita, los relojes sufrían infartos de miocardio y anginas de pecho y de cuando en cuando ella otra vez y las flores en el desierto y sus ojos que implicaban huelgas de hambre y sufragio universal
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment