Monday, 16 May 2011

Ulises

Quizás ese martes el día no salió como pensaba y las nubes se enrocaron para hacerle una mala jugada a Ulises. Nuestro amigo Ulises, pobre, el que vive en El Bierzo, el que piensa que las flores sólo sirven para lavarse los dientes en los días en que tú te ausentas. Tus ausencias para comprar en el mercadona del pueblo del lado siempre han sido un misterio para él. Nunca comprabas las cosas que te pedía. Es más, a veces no comprabas nada. Eso para él era como quitarle la mañana a un sábado de rebajas de ginebra. Esos sábados que se te enroscan en las venas como si fueran colesterol del bueno. Nunca te dijo nada, para qué. La vida tiene más misterios que una selva de pensamientos esparcidos por mil mentes sin sentido. Y él prefería que le pensases como un misterio metido en un desayuno continental de un hotel de carretera. Ahora ya da igual, por eso te lo cuento. Supongo que ahora se encuentra en alguna parte de ningún sitio protegiéndose de todos. El martes por la noche voló el mercadona. Eso sí, lo hizo por la noche para no causar dolor, incluso aviso al vigilante para que saliese a comprar tabaco a su mujer, que se encuentra en estado de necesidad. Pensó en el tabaco, pues en mecardona no venden. Es una lástima, ahora que ya no existe el mercadona tampoco está él. En algo se equivocó, aunque plantó una Alhambra de verbos de querer.

1 comment:

Anonymous said...

misterio metido en un desayuno continental, dentro del croissant, barnizado... queremos mas!