Friday 24 June 2011

DESCOSIENDO A SANDRA

Un embargo de beso roto, de orgasmo adyacente, de respiración que no funciona. En sus posturas no se adivinaban válvulas de escape o panfletos con instrucciones a seguir en caso de muerte súbita. Su piel estaba garabateada de circunferencia de pluma blanca y respiración tantas veces desasistida. Cuando Sandra cesaba surgía un parpadeo de abucheo de nube desfigurada. Su aliento era ligero y pesado como un martillo de polvo. El precio a pagar por su presencia eran machetazos de ansiedad y rayo cósmico. Después del beso le brotaban a uno marcas de nacimiento, siglos pasados, llanura gélida e inmortalidad limitada

Thursday 23 June 2011

PINTURA SINTÉTICA

Yacía un embalse de biberones. En las afueras, sus lágrimas tenían vistas a un patio interior, desde la alcoba cerrada, el almanaque de embrión torcido. Uno sentía cierta atracción por el diluvio y la segregación del coagulo de esperanza torpe. La muerte venía en diferentes tonalidades como pintura acrílica. Solo se conocía la abstracción pero sobre todo el desenganche, la apuesta por el vaivén. Acostumbrado al barranco infinito de su sombra de ojos y a esa especie de descoordinación argumental cada vez que se trataba en vano de dar un paso al frente. Estar con ella era una mezcla de saliva volcánica y recibo del agua. En la casa los significados se caían de espaldas como caricia en adobo

ALAMBRE DE GAS

En según qué países se ofrecían técnicas para el derrumbe propio, lejía y abrazos de carbón. Por las mañanas minotauros descafeinados, gas en tetra brick, pétalo deshidratado. Se disparaba con pistolas de juguete. De cuando en cuando estaba permitido soñar, sobre todo de lunes a jueves y de 3 a 5. Después de cada sueño quedaban restos de caspa, dolencias cardiacas, dibujo en la rueda. El tacto de sus ojos en noches de luna provocaba granizo y atraco de viento. Resultaba difícil agarrarse a su cintura con tanta gravilla debajo, con tanta dosificación de carácter, tanta pintura roja. Se divisaban tabernas de leyenda y mapamundi. En la serrería se domesticaban erizos de monte y salpicaduras. El jabón no llegaba y el cuello perdido en la gabardina, el implante de luz en el pecho, el silbido circunstancial, y sobre todo esa sonrisa que llovía a pedazos

Wednesday 15 June 2011

APUESTA POR EL ROCK N ROLL (MAS BIRRAS)

Ya no puedo darte el corazón.
Iré donde quieran mis botas
y si quieres que te diga qué hay que hacer
te diré que apuestes por mi derrota.

Quítate la ropa, eso está bien.
No dejes nada por hacer.
Si has venido a comprarme, lárgate;
si vas a venir conmigo: agárrate.

Larguémonos, chica, hacia el mar.
No hay amanecer en esta ciudad.
No sé si nací para correr,
pero quizá sí que nací para apostar...

Sé que ya nada va a ocurrir,
pero ahora estoy contra las cuerdas
y no encuentro niuna forma de salir:
voy a apostar fuerte mientras pueda.

Larguémonos, chica, hacia el mar.
No hay amanecer en esta ciudad.
No sé si nací para correr,
pero quizá sí que nací para apostar...

Ya no puedo darte el corazón.
Perdí mi apuesta con el rock'n'roll.
Es el precio que tengo que pagar.
Ya no tiene sentido abandonar

JULIETA

Ella que de vez en cuando, sonrisa de brisa, garbanzo adecuado y poste de luz. Se descorchaba la soledad en botellas violentas, en pájaros usados, en batallas que perder. Los cuentos de Canterbury parecía infinitos y sin embargo el corte de respiración anunciaba el naufragio cada quince días, los autos de choque sin parabrisas ni aceleración, el alud de saliva, el garabato de carmín. Cada vez que se iba me ponía en la rodilla la prótesis de incendio, el abanico cerebral. La casa se quedaba vacía de oro, incienso y mirra. Las células de su piel carecían de pormenor. El beso quedaba asociado al calor de sus anginas el cual tenía que ver con la metalurgia y el pozo sin fondo, con la claudicación. Hacía falta echar cal viva para olvidarla

BRISA CÓNCAVA

El efecto que produce la costumbre rota, el delantal plegado, el codo apoyado en un porcentaje de rabia. Esta metástasis de Opel Corsa, esta burbuja invertida, el grito físico, la carne cruda, los bocetos de perros muertos, la solvencia del verbo. Lola que nunca quiso de sopas de palmadita en la espalda, de nicho garantizado y calor tropical. Es más que nada la papilla de cemento armado que no entra por la boca, temerosa de dientes de ajo y sobre todo esta amargura de subalterno, esta encerrona de canelones, esta aspiración a delegado consejero, alférez vacío, diamante rancio. Por las tardes madre sujeta el ganado. Por la noche la esperanza se bifurca y sus besos saben a zanahoria orgánica, Actimel y orilla tierna. Cada vez que me miras el sol se abre de piernas y hasta mis intestinos tiritan

Tuesday 14 June 2011

ENTIERRO COMÚN

Hoy heme aquí que tengo esta manía de desgajar crueldades como si en realidad fuesen cocodrilos de vino tinto y caña con gas. La idea que proyecto necesita de la repetición. El mecanismo y la estructura de mi atardecer chirrían ante tanta sequedad, ante el óxido en la cadena y el pedal. Una especie de desguace de eternidades, lágrimas de mercadillo, cuadros de mujeres barbudas, relámpagos de ocasión, navidades junto al mar y trenes de la bruja. Me siento a la mesa de los apogeos rotos, del destierro criollo, de la ballena blanca. Sin ser mordisco de centella rota, sin ser siquiera sacudida de ala de mosquito, sir ser siquiera remanso de electricidad, sin aparentar tener un dique seco por jardín y recreo, uno solventa los miércoles a su manera, sin necesidad de la progresión aritmética esa que tanto le gusta a la gente, sin la compra forzosa, sin el perfume de opio, sin la ropa que no llevo, sin piel ni garganta, ahogado en este remolino de aleph