Thursday 29 May 2008

LA LLAMADA DE FRANKLIN

c) La llamada de Franklin

El hecho de que si no hubiese sido por la llamada de Franklin nada de esto hubiese ocurrido, era más que obvio. A pesar de ello, Marcos seguía obstinado en decir que en su caso no se había dejado influenciar bajo ningún concepto por la llamada de Franklin. Yo me seguía haciendo el dormido mientras que Antonio hablaba de aquella vez en que Franklin se empeñó en que todos nos subiésemos en aquel bote que terminó haciendo aguas, y lo que se reían las mujeres viendo semejante espectáculo desde la orilla del lago, y Franklin sujetando su cerveza, sobreponiéndola a su cabeza, mientras que poco a poco se iba sumergiendo, hasta que al final no quedaba más que la botella de cerveza, como si fuera la antorcha de la estatua de la libertad, y hay que ver lo que nos reímos todos más tarde cuando lo recordábamos sentados alrededor de la chimenea que había en la cabaña que Franklin alquiló. Y es que Franklin siempre estuvo a mitad de camino entre sus realidades y nuestros sueños, siempre un poco más allá, siempre como si a él nada le salpicase en la vida, como un y por qué no, y del otro lado estábamos nosotros, empujados a la compra de un tesoro que ahora no había manera de vender, y era por ello que cuando quedábamos todos juntos a cenar en casa de Antonio, Marcos se emborrachaba y de vez en cuando aparecía en medio del comedor ataviado con una toalla a modo de taparrabos, portando un escudo y una lanza que había cogido del tesoro. Y hay que ver lo que se enfadaba su esposa, recriminándole la irresponsabilidad, diciéndole que dejara la lanza y el escudo porque eran objetos de mucho valor y en la venta de ellos estaba gran parte del futuro bienestar económico que tanto habían anhelado, pero a Marcos le daba igual como cada vez que un sexto whisky pasaba por su garganta, y a Antonio y a mí pudiese que tal vez también, no sé si tanto por querer estar de parte de Marcos cada vez que su esposa le reprimía como porque realmente ya nos diera un poco igual el tesoro a aquellas alturas en las que ya no sabíamos qué hacer para tratar de venderlo. Pero lo que es seguro es que la llamada de Franklin fue fundamental a la hora de entender la compra del tesoro de las Minas del Rey Salomón. Probablemente me atrevería a decir que fue, sino la causa principal, la segunda causa más importante. Claro que Marcos seguía diciendo que no, decía que para él la causa principal no había sido todavía nombrada, y que por si no lo sabíamos no era otra que la pura nostalgia. Marcos estaba seguro de que la principal causa por la que se había comprado el tesoro era la pura nostalgia. Pero nostalgia de qué?, le preguntamos. Pura nostalgia, contestaba él. Pura nostalgia y por no tener nada mejor que hacer.

Wednesday 28 May 2008

Se compra un tesoro. Por qué se compra el tesoro?

a) Como inversión
Como una inversión de futuro o como una inversión sentimental? Pero qué era una inversión? A que llamaba Marcos una inversión? Inversión financiera? Inversión a la que se le ha de sacar partido o rentabilidad? O inversión emocional? Invertir en un tesoro como quien invierte en un disco o en un cuadro al que apreciar cada día. Se compra un tesoro o mejor dicho, se compra el tesoro de las Minas del Rey Salomón para ponerlo en una estantería o en una sala privada con el fin de poder mirarlo especialmente en las tardes que uno se siento solo, y hay que ver lo que reconforta el simple hecho de apreciarlo. A Marcos se le saltan las lágrimas, le invade la paz y finalmente, le hace sonreír. Tras ello se da cuenta de que el tesoro le es rentable ya que ahora la vida tiene sentido, ahora ha logrado capturar la belleza, la vida como un círculo.


b) Por curiosidad. Que pasa si se compra un tesoro? Se aprecia menos que si se encuentra tras buscarlo con gran esfuerzo?
Otra causa de la adquisición del tesoro de las Minas del Rey Salomón había sido la mera curiosidad. Los tres personajes se habían preguntado repetidamente si la adquisición de un tesoro por la vía monetaria reduciría el disfrute del mismo. Marcos era de la opinión contraria y con la compra del tesoro quería demostrar a sus compañeros que no iban a disfrutar del tesoro menos de lo que lo disfrutaron Quatermain, Sir Henry y el Capitán Good. La teoría del: Tesoro = Viaje al tesoro. La sabida teoría que apoya la opinión de que el tesoro es en realidad el viaje hacia la adquisición del mismo, la aventura de encontrarlo, y no el tesoro en sí, que generalmente solo sirve de fondo para las letras de crédito que anuncian que el director de la película se llamaba Renato y que uno de los personajes se apellidaba San Martín, y que agradecemos mucho la ayuda prestada al Ayuntamiento de La Iglesuela del Cid por haber sido tan majos con el equipo de grabación y por habernos dejado rodar en las eras del pueblo que por cierto, en la película es todo una playa. Marcos opinaba que la teoría de que un buscador de tesoros no tenía sentido una vez que había encontrado su tesoro, era verdadera, y que por lo tanto, al comprar el tesoro no disfrutarían menos que si lo hubiesen conseguido a través de hazañas perdurables en los libros de historia, sino que al igual que unos aventureros, disfrutarían lo mismo, o sea, nada, porque aparentemente los tesoros no se disfrutan ya que el tesoro equivale al final de la historia y después del The End uno tiene que buscarse la vida de otra manera.

Y DE HOY NI HABLAMOS

SOBRE LA MANERA DE SER DE MARCELO EL VIDENTE

De Marcelo solo se podía hablar en tercera persona. Su terquedad y su gusto por las pausas antes y después de cada frase recitada hacían de él un tipo del que sólo se podía hablar en tercera persona. No le gustaban los coches, ni siquiera los de carreras, era de andar repentino y de horario fijo. Lo primero que manifestó a su enfermera tras haber despertado del coma y haber sabido que ningún autobús había sufrido ningún accidente, fue que el accidente lo vio claramente y lo predijo, pero que lo que no vio tan claramente fue la víctima del mismo. Los poderes de ver el futuro los tenía, lo que pasa es que había que depurarlos, pero cómo depurarlos? Como se hacía eso? Como podía saber él, un tipo normal y corriente, como depurar una virtud como la que poseía. Adonde ir cuando uno sabe que puede leer en el más allá pero necesita perfeccionar sus técnicas de lectura? Acaso existían escuelas para videntes? Sería cuestión de mirarlo, pero seguro que sí, a estas alturas por haber había de todo. Podría mirarlo en las Páginas Amarillas. Acercarse a un bar, pedir un café expesso, especialmente después de haber estado dos semanas privado del mismo durante la estancia en el hospital, pedir también un cognac, y buscar en el listín el número de algún tipo de academia donde y bajo la supervisión de un maestro aventajado poder profundizar y perfeccionar en el arte de la predicción.

TENGO LA BOCA SECA

SIN TITULO

Cúmulo de palabras = Escasez de aire




EL TESORO NO SE VENDE, NO CUAJA EN EL MERCADO

Marcos dijo que no había nada peor que no saber que hacer con un tesoro. Yo me hacía el dormido y Marcos veía la tele. El tesoro constaba de numerosas piezas de oro, lanzas, escudos con metales preciosos incrustados, estatuas, altares, y dos magnificas ollas, las cuales estas últimas, tenían más valor por su origen y antigüedad, que por ser dos simples ollas en sí. El tesoro no se vendía. Después de haber utilizado todos los canales de distribución posibles, desde subastas, venta directa, anuncios en el periódico, canales online, etc, nos habíamos percatado de que no había manera de venderlo.