I imagined people at breakfast, people who know each other intimately, probably a husband and a wife, speaking in unfinished sentences, in grunts, in coughs, as people do, particularly at that time of day. And I wondered what it would be like to sit down at that kind of dialogue, in which sentences are rarely completed and thoughts are rarely followed up and one person is not really listening closely to another. That’s all I had. And that’s when I began writing - Don Delillo
Tuesday 9 August 2016
Los arrebatos del Hotel Manager
Los arrebatos del Hotel Manager y su manera de verbalizar, el gesto enfático en las vocales tónicas, la manera dibujo-animada con la que salía corriendo. Nunca nos dijo de su pasión por el tenis. Luego nos enteramos que con veinte años fue número 3 por Moldova y que ganó varios torneos. Existió el Acvila Tennis Club. Existió un revés cortado largo muy difícil de devolver. El hotel manager se llamaba Sensato y nos decía que por allí abajo estaban las cavas. Allí estaba el Bollinger Vintage. Todavía quedaban botellas. Esa puerta tenía sus llaves y sus cerrojos pero de momento estaba prohibido consumir. Si empezaban a beber ahora no quedaría nada para después de la invasión. En la piscina había aparecido flotando una botella sin mensaje dentro. Heidsieck & Co Monopole. Sensato había mirado para otro lado. Anita Dupont estaba al caer y no quería numeritos. Venía en una lancha rápida con para-sol. Savio gritó a viva voz el punto de velocidad necesario para que una lancha fuese considerada “rápida”.
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