I imagined people at breakfast, people who know each other intimately, probably a husband and a wife, speaking in unfinished sentences, in grunts, in coughs, as people do, particularly at that time of day. And I wondered what it would be like to sit down at that kind of dialogue, in which sentences are rarely completed and thoughts are rarely followed up and one person is not really listening closely to another. That’s all I had. And that’s when I began writing - Don Delillo
Monday 6 February 2012
TAMBIÉN TENÍA SUEÑOS PEQUEÑOS
En sus sueños más alocados John Lennon se peinaba a raya y Marifé de Triana hacía el tonto subida a un caballo de madera. No aparecían juntos en el sueño. Le gustaba extrapolarlo todo, sobre todo las fantasías aquellas que se le aparecían sin razón aparente. La guerra siempre sucedía por la tarde, de buena mañana los muchachos limpiaban cañones y las mujeres planchaban los trajes a los alféreces. Había quien se mojaba el pelo antes de la batalla. También tenía sueños pequeños e incluso sueños medianos. En sus sueños más pequeños se veía a sí mismo de bebé, jugando al ajedrez, en pañales. En los sueños medianos perdía los zapatos por el hueco que quedaba entre los peldaños de las escaleras de la Torre Eiffel. Los zapatos caían muy poco a poco, desde lo alto de la torre, balanceándose en el aire como si fueran plumas, como hojas de árbol platanero. Se balanceaban durante horas hasta que por fin aterrizaban en las aguas del Sena. Yo lo veía todo desde las escaleras frías, metálicas, sentado de rodillas, con los ojos tapados por el vértigo que me daba el viento en la cara
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